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domingo, 24 de abril de 2011

CONFLICTOS DE LOS MUSULMANES CON EL RESTO DEL MUNDO

Miles de musulmanes han marchado el domingo 18 de abril del 2011 por las calles de Qena para protestar por la designación de Emad Mikhail, un cristiano, como nuevo gobernador de esta provincia egipcia, al argumentar que su predecesor, de la misma confesión, fracasó en su intento por resolver los problemas del colectivo.

Algunos de los manifestantes se concentraron frente a la oficina del gobernador para instar a sus empleados a secundar la protesta, mientras que otros bloquearon las carreteras que conectan la provincia, así como varias líneas de tren, para expresar su descontento con esta designación.

Mikhail fue nombrado la semana pasada por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna el país desde el pasado mes de febrero, cuando fue derrocado el presidente, Hosni Mubarak. Los musulmanes que residen en Qena rechazan esta decisión porque aseguran que su antecesor, Magdy Ayoub, no consiguió acabar con la violencia sectaria, ni con los problemas generales de la pobreza y el desempleo.

"La experiencia de un gobernador copto ha fracasado. No hay ninguna oposición a su identidad copta, pero el gobernador anterior dejó una impresión negativa de los funcionarios cristianos. Los manifestantes no quieren un gobernador que favorezca a un grupo religioso", ha dicho Youssef Ragab, uno de los vecinos.

En este sentido, algunos de los partícipes en estas protestas han indicado que se oponen a que Qena esté siempre bajo la dirección de cristianos. "Actúan como si la provincia tuviera que estar gobernada por cristianos. Si un cristiano es nombrado en otra provincia, no hay ningún problema", ha aclarado Ayman Hassan Maged, otro habitante.

Así, los manifestantes han advertido de que mantendrán su oposición a Mikhail hasta que sea destituido. "Hemos estado en contra del gobernador durante tres años y estaremos en contra durante otros tantos, si fuera necesario", ha indicado uno de ellos en una conversación telefónica.

Entretanto, las facciones salafistas radicales han amenazado de muerte al nuevo gobernador. "Queremos que sea islámico", han propugnado, en referencia a la confesión que debe profesar el nuevo dirigente local.

En este contexto, los militares temen que se desate una nueva ola de violencia religiosa, lo que les ha llevado a incrementar la protección a los templos de la provincia para evitar incidentes como el ocurrido en enero del año pasado, cuando seis coptos fueron asesinados al ser considerados responsables de la violación de una joven musulmana.

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